Cartas de Jolie #12: 337 d.C

¿Qué es lo que impulsó a la Hueste a arrasar todo a su paso? Su propósito va más allá de la conquista, más allá de la simple destrucción. He visto pueblos enteros desmoronarse, campos convertidos en cenizas, y cada vez me pregunto más profundamente: ¿Por qué? ¿Quién está detrás de esta fuerza que parece no tener otro deseo más que devorar todo lo que conocíamos?

Lo que más me aterra, sin embargo, es la sensación creciente de que lo que estamos enfrentando no es algo que pueda ser comprendido en los términos de guerra o magia. En mis noches solitarias, mientras el aire de la mitad de nuestra nación suelta ceniza, me pregunto si todo lo que hemos hecho, todo lo que hemos luchado por construir, no sirve para nada. ¿Qué futuro hay para nosotros?

He ido escuchando a lo largo de estas hazañas una canción que nos recuerda porque seguimos aquí, llamada Sombras de Val'Sacer.

Caminamos bajo cielos oscuros,  

con el polvo de un hogar perdido en la piel.  

Dejamos las ruinas, dejamos los sueños,  

todo cuanto fuimos se quema también.  

Los pasos se arrastran, pero no se detienen,  

las miradas en sombras, los recuerdos en pie.  

Somos ecos que buscan el fuego,  

en un mundo sin rumbo, sin dónde volver.  

Somos las sombras de Val'Sacer,  

hijos sin patria, sin tierra de fe.  

Pero en cada paso, un grito se escucha,  

somos el escudo que nunca caerá.  

La noche es nuestra manta y guía,  

y el frío en los huesos no nos hará ceder.  

Esas voces perdidas, que no encuentran eco,  

son el latido que nos hace arder.  

Ya no hay fronteras, sólo tierra baldía,  

pero el alma en nosotros no se quebrará.  

Seremos la herida que ya no se cierra,  

seremos la llama que nadie apagará.  

Somos las sombras de Val'Sacer,  

hijos sin patria, sin tierra de fe.  

Pero en cada paso, un grito se escucha,  

somos el escudo que nunca caerá.  

Entre ruinas y polvo, la vida florece,  

nuestros cuerpos cansados resisten de pie.  

Porque al fin de los días, seremos la historia  

de un reino que lucha y renace otra vez.  

Somos las sombras de Val'Sacer,  

hijos sin patria, sin tierra de fe.  

Pero en cada paso, un grito se escucha,  

somos el escudo que nunca caerá.  

Mientras quede un suspiro en la noche,

seremos la fuerza que el viento llevará.

Exiliados, pero juntos y erguidos,

el eco de Val'Sacer que no morirá.

Jolie Lyssenfleur